El gobierno nacional busca sacar al país de la profunda crisis económica provocada por los 20 años de gestión del Movimiento Al Socialismo (MAS), conocido como el “proceso de cambio”. Ya se conformó el nuevo gabinete y se redujeron o fusionaron algunas carteras, pero persisten los efectos de un gobierno que, según el presidente Rodrigo Paz, dejó al país en una situación crítica tras años de corrupción y manejo ineficiente de los fondos públicos.
Los cívicos lamentan los daños causados y califican al masismo como nefasta para Bolivia. Mientras tanto, sectores como la Asociación de Surtidores (Asosur) esperan nuevas disposiciones sobre la subvención a los carburantes para poder atender la demanda. Especialistas en economía consideran necesario que el nuevo gobierno integre a profesionales calificados en distintas áreas y refuerce la atención en producción, agro, minería e hidrocarburos.
Entre las prioridades regionales, se busca evitar que el centralismo siga tomando todas las decisiones y que la fórmula 50/50 prometida por el presidente Paz dinamice la economía. Además, sectores estratégicos esperan que se fortalezca el rubro de hidrocarburos, ante el riesgo de quedarse sin provisión de gas y generación eléctrica a mediano plazo. Paz también anunció investigaciones detalladas sobre hechos de corrupción en este sector y subrayó el impacto negativo que tuvo en la población.
/// RA // SANTA CRUZ ///


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