Bolivia enfrenta una crisis económica la cual es evidenciada por la escasez de dólares y combustibles, el alza de precios y la falta de respuestas efectivas del Gobierno. Las medidas adoptadas no logran frenar el deterioro económico, y sectores movilizados exigen soluciones reales, no discursos políticos. Las reservas internacionales cayeron a solo el equivalente del 4% del PIB, mientras persisten las dificultades para importar insumos y combustibles.
La MAS en tres bloques paraliza a la Asamblea Legislativa e impide la aprobación de créditos para sostener el subsidio a los carburantes. En pleno año electoral, los bloqueos impulsados por seguidores de Evo Morales empeoran aún más la difícil coyuntura con una economía debilitada que ya no resiste más tensiones políticas.
/// ED // SANTA CRUZ ///
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