A poco de terminar su gestión, el gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS) enfrenta uno de sus momentos más críticos en cuanto a credibilidad. Una serie de escándalos políticos, económicos y judiciales derivaron en un clima de desconfianza entre la población. En el último año, casos como Botrading, la escasez y cuestionada calidad de los combustibles, además del avance del narcotráfico y la criminalidad, marcaron la agenda pública. La liberación del exviceministro Felipe Cáceres y la detención mínima para Elba Terán reforzaron la percepción de que la justicia actúa con debilidad cuando se trata de personas cercanas al poder.
El caso Botrading reveló un presunto daño económico de $us 355 millones en contratos de importación de combustibles. Se investiga al presidente de YPFB, Armin Dorgathen, y a otros altos funcionarios. A esto se suman denuncias por la calidad del diésel y la gasolina, que generaron daños en vehículos y molestia en sectores del transporte. Aunque la ANH defiende la legalidad de las mezclas, usuarios, expertos y surtidores alertan sobre irregularidades que aún no tienen respuestas claras del gobierno.
El problema del narcotráfico expuso fallas en el control de identidades y en la justicia. Capos extranjeros operaron con documentos falsos en Bolivia, y algunos recibieron protección de policías y militares. Casos como el de Elba Terán y Felipe Cáceres muestran cómo el sistema judicial aplica medidas leves incluso en hechos graves.
/// RCL // LA PAZ ///
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