La Alianza Libre y el Partido Demócrata Cristiano (PDC) se enfrentarán en la segunda vuelta electoral el próximo 19 de octubre, en un escenario marcado por la incertidumbre política. Ambos partidos tienen visiones distintas, pero uno de ellos deberá gobernar los próximos cinco años. Sin embargo, más allá del resultado en las urnas, el desafío será lograr la gobernabilidad, ya que la Asamblea Legislativa Plurinacional quedó dividida tras la primera vuelta.
Según el nuevo mapa legislativo, el PDC contará con 70 legisladores y Libre con 53. Les sigue Alianza Unidad con 35 representantes, mientras que otras fuerzas tienen presencia menor. Ningún partido logró mayoría absoluta, lo que marca una diferencia notable con los primeros años del MAS, cuando Evo Morales gobernó con dos tercios del parlamento. Esta nueva realidad obliga a quien asuma la presidencia a buscar acuerdos y consensos para aprobar leyes y gestionar el país.
En medio de una crisis económica, la población no quiere más conflictos dentro del gobierno. El próximo presidente deberá responder de manera eficaz a las demandas sociales y evitar nuevos bloqueos institucionales. José Luis Exeni, expresidente de la Corte Nacional Electoral, señaló que “Quiroga o Paz estarán obligados a hallar consensos con diferentes fuerzas políticas; es más, ya debieron estar trabajando en eso y no esperar la segunda vuelta”.
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