Durante su informe de gestión, el presidente Luis Arce ha acusado a los miembros de la facción evista del Movimiento Al Socialismo (MAS) de ser los promotores de un “asedio sistemático y progresivo” desde el parlamento a su gestión agravado este último año con los pedidos de su renuncia como mandatario.
“Lo que no logramos prever como gobierno, es que íbamos a tener cuatro años de asedio sistemático, progresivo y permanente desde todos los frentes, como nunca antes se vio en la historia reciente de nuestro país, incluso fenómenos climáticos extremos (…). Por increíble que esto parezca, las mayores adversidades que estamos enfrentando provienen de fuentes internas que no han descansado en su intento por hacer naufragar a nuestro Gobierno”, expresó a tiempo de resaltar que su trabajo se ha enfocado en “mantener la economía estable” en un contexto marcado por el encarecimiento de productos de la canasta familiar, desabastecimientos, alza internacional de bienes de consumo, contrabando e inflación.
Las observaciones de la primera autoridad al rol político de los “radicales” de su propio partido se enfocaron también en resaltar las negativas para aprobar en la Asamblea los créditos internacionales.
“Tampoco ha sido fácil encarar paros y bloqueos que han asfixiado periódicamente la economía de toda la población, especialmente de los sectores más vulnerables (…). Lamentamos que exista gente en nuestro país que priorice cumplir sus apetitos personales incluso a costa del hambre, del bolsillo y de la tranquilidad de las familias bolivianas”, afirmó.
Comprometió que en el último año de su gestión se continuará reconstruyendo la economía, por lo que espera que todos los sectores se sumen a ese objetivo.
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