El ahorro se ha convertido en un lujo que pocos pueden permitirse. La escasez de dólares y el aumento desmesurado de los precios de alimentos y productos, tanto nacionales como importados, han llevado a muchas personas a destinar sus ingresos únicamente para cubrir los gastos diarios.
El economista Alberto Bonandona, en una reciente entrevista con Radio Fides, explicó que la situación se ha vuelto insostenible, especialmente para las familias de bajos ingresos.
“La gente más pobre es la que está sufriendo los efectos de esta crisis. Sus recursos apenas alcanzan para alimentarse, y ni siquiera pueden imaginarse en la posibilidad de ahorrar”, afirmó.
La crisis se agudiza con la falta de combustibles, un problema ligado directamente a la escasez de divisas. Este panorama ha impactado negativamente en la actividad económica del país, que ha registrado una caída considerable en las exportaciones e importaciones. Bonandona subrayó que, si bien todos los sectores están afectados, son los más vulnerables quienes llevan la peor parte de esta crisis.
En este contexto, el economista instó al gobierno a dejar de lado dogmatismos e ideologías, y a buscar soluciones concretas a través de acuerdos con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para abordar la escasez de dólares. “Es fundamental adoptar medidas que favorezcan la estabilidad económica y la recuperación del poder adquisitivo de la población”, concluyó.
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