Bolivia se alista para la primera segunda vuelta electoral de su historia, que se realizará el 19 de octubre entre el Partido Demócrata Cristiano (PDC) y la Alianza Libre. El PDC alcanzó el 32,06% de los votos y se impuso en cinco departamentos: La Paz, Oruro, Potosí, Chuquisaca y, por un margen estrecho, Cochabamba. Por su parte, Libre ganó en Santa Cruz y Pando, y tuvo buenos resultados en otros departamentos, mientras que el PDC mostró debilidad en Tarija.
El rápido ascenso del PDC dejó en evidencia varias falencias en su estructura de candidaturas. Si bien muchas de sus listas incompletas no generaron consecuencias por la falta de triunfos en esas circunscripciones, en al menos tres casos se produjeron acefalías en curules que sí ganaron. Uno de los casos más relevantes es el de los representantes supraestatales de Chuquisaca, donde no existe ni titular ni suplente. A esto se suma la Circunscripción 28 en Cochabamba, ganada solo con suplente tras la inhabilitación del titular, y la Circunscripción 31 en Oruro, donde la titular Shirley Vargas no tiene suplente por renuncia.
Ante esta situación, el vocal del Tribunal Electoral de Oruro, Iver Pereira, aseguró que la normativa permite al partido cubrir estas acefalías, ya que los curules le pertenecen a la organización política y no a la persona electa. Recordó precedentes similares, como el del diputado Clemente Mamani (MAS), quien asumió un curul tras el fallecimiento de Elías Choque Ayca.
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