Tras 20 años de hegemonía del Movimiento al Socialismo (MAS), el país atraviesa una profunda crisis económica que marcará el inicio del próximo gobierno. El nuevo liderazgo tendrá el reto de estabilizar la economía en el menor tiempo posible. La significativa caída de las reservas internacionales, junto al ingreso mínimo de divisas, provocó un aumento en la inflación de productos de la canasta básica y una notoria escasez de carburantes, visible en las largas filas en los surtidores.
A este escenario se suma un elevado déficit fiscal, que llevó al gobierno a solicitar créditos a la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP), lo que incrementó la deuda externa sin resolver los problemas estructurales. Estas medidas generaron mayor presión inflacionaria, disparando el dólar paralelo y provocando un alza de hasta el 200% en productos importados. Además, la desaceleración del Producto Interno Bruto (PIB) y políticas como la restricción a las exportaciones desincentivaron al sector productivo, reduciendo la generación de divisas y profundizando la recesión.
/// ED // SANTA CRUZ ///
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