A pocos días de conmemorar los 200 años de independencia, Bolivia se prepara para celebrar su Bicentenario recordando las luchas que en 1825 marcaron el nacimiento de una nación libre y soberana. Desde entonces, el país recorrió un largo camino en la construcción de una identidad nacional, destacada por su rica diversidad geográfica, cultural y étnica.
Sin embargo, esta fecha histórica llega en un momento de tensión política y social. Aunque se logró avances en distintas áreas, el país enfrenta desafíos estructurales que siguen pendientes. La ciudadanía vive una fuerte polarización, reflejada en la baja aprobación tanto del gobierno como de la Asamblea Legislativa, en un momento electoral cargado de incertidumbre y marcado por denuncias de corrupción.
Este Bicentenario representa una oportunidad para reflexionar colectivamente sobre el rumbo de nuestra nación. Más allá de los actos protocolares, el país está llamado a mirar su historia con memoria y autocrítica para reconocer los errores del pasado, pero también renovando la esperanza de avanzar hacia una sociedad más justa y democrática.
/// MOS // CHUQUISACA ///
Facebook Comentarios