El diputado orureño Enrique Urquidi denunció este miércoles que la Empresa Metalúrgica Vinto (EMV) atraviesa una crisis sostenida desde su nacionalización en 2007, cuando pasó de manos de la transnacional Glencore al Estado boliviano. Afirmó que la empresa recibió cerca de $us 850 millones en fideicomisos, recursos que, según dijo, no lograron fortalecerla. Además, acusó a la Contraloría General del Estado de encubrir las irregularidades en la gestión de esta firma estatal. “Así están funcionando todas las empresas estatales del país, con pérdidas y sin fiscalización oportuna”, sostuvo.
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