Bolivia atraviesa desde 2023 una crisis económica provocada por la escasez de dólares. El país agotó casi por completo sus reservas internacionales líquidas, las cuales utiliza principalmente para importar combustibles que luego se venden en el mercado interno a precio subsidiado. Esta situación desencadenó en otros problemas, como la falta de medicamentos, el encarecimiento de productos importados e inflación.
Un país puede generar divisas de distintas formas: manteniendo un superávit comercial, atrayendo inversión extranjera, promoviendo el turismo y aplicando políticas que fortalezcan su moneda. Sin embargo, en la coyuntura actual, la opción más factible para Bolivia fue acceder a préstamos millonarios de organismos internacionales como el Banco Mundial, el BID, la CAF, entre otros. No obstante, estos recursos suelen tardar entre tres meses y más de un año en concretarse desde el inicio del trámite.
/// APC // LA PAZ ///
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