El procurador general del Estado, Ricardo Condori, estima que «en el mejor de los casos» el exministro de Gobierno, Arturo Murillo, podría ser deportado desde Estados Unidos a Bolivia en dos semanas.
Murillo ya cumplió su condena y fue trasladado a un centro migratorio, donde un juez definirá su retorno. La exautoridad tiene dos sentencias condenatorias, una de ellas por el millonario sobreprecio en la compra de gases lacrimógenos. Condori advirtió que, una vez que pise suelo boliviano, será detenido de inmediato.
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