Con la llegada de la época seca, sobre todo en el oriente del país, vuelve la preocupación por los incendios forestales. El Gobierno nacional lanzó el plan «Luchó contra el fuego», que busca prevenir estos desastres con la participación de varias instituciones y un presupuesto de 3 millones de bolivianos. Se capacitará a bomberos para combatir el fuego por tierra, aire y ríos, además de instalar campamentos en 84 municipios con alto riesgo de incendio. El año pasado se quemaron más de 12 millones de hectáreas, y Santa Cruz fue el departamento más afectado.
Sin embargo, hay críticas y dudas sobre la efectividad de estas acciones. En la Asamblea Legislativa se suspendió el tratamiento de leyes cuestionadas que permiten quemas controladas, lo que generó rechazo de la oposición. También hay reclamos de agroproductores cruceños que temen ser sancionados mientras que los chaqueos sin control del sector campesino quedan sin castigo. A esto se suma la falta de presupuesto en municipios para equipar a bomberos, quienes muchas veces enfrentan el fuego con pocos recursos y arriesgando sus vidas.
/// ED // SANTA CRUZ ///
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