Desde hace varios meses, Bolivia enfrenta una fuerte escasez de carburantes que afecta a todo el país. La situación se agravó debido a la caída en la producción de gas natural, lo que obligó al país, antes exportador, a depender de las importaciones. Esta crisis energética ocasiona extensas filas en estaciones de servicio para cargar gasolina y particularmente diésel.
El Gobierno anunció un incremento en los cupos de combustible, principalmente en el eje central, lo que permitió reducir poco a poco las filas para cargar gasolina. Sin embargo, la demanda de diésel sigue siendo alta, según reportes de YPFB.
Actualmente, Bolivia cuenta con 976 estaciones de servicio, de las cuales solo 70 son estatales. Aunque estas últimas tienen mayor capacidad de abastecimiento, los choferes afirman que deben esperar hasta cuatro horas para cargar combustible.
La falta de información en las estaciones de servicio y el incumplimiento de acuerdos con autoridades generan más incertidumbre entre los conductores.
/// GC // POTOSÍ ////
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