En Cochabamba, las filas en los surtidores continúan y cada día la situación se vuelve más complicada. Los choferes de transporte pesado internacional, que trabajan dentro y fuera del país, denunciaron este miércoles que el dinero ya no alcanza para comprar alimentos mientras esperan entre cinco y nueve días para poder cargar combustible. Aseguran que el panorama empeora con el tiempo y que el abastecimiento sigue siendo incierto.
“Anoche llegué de Perú y en todo lado hay largas filas. Es un caos total por el combustible (…) Los recursos económicos son limitados, tenemos que sobrevivir como sea. La plata no alcanza, no hay servicios higiénicos. Es lamentable esta situación, pero al parecer esto va a empeorar”, sostuvo un transportista.
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