Transportistas del municipio de Riberalta, en el departamento del Beni, denunciaron que apenas el 40% del sector se encuentra operando, mientras que el 60% restante pasa horas en las filas de los surtidores para abastecerse de diésel. Esta situación incidió en el aumento de los pasajes y los costos del transporte, especialmente en las zonas rurales.
Jesús Azurduy, ejecutivo del transporte libre en la región, explicó que los choferes hacen fila entre tres y cuatro días para llenar sus tanques y poder trabajar. “Este gobierno se descuidó, no podemos nivelarnos y la canasta familiar para nosotros como transportistas nos ha afectado de sobremanera”, afirmó.
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